HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN
Título original: Harry Potter and the prisoner of Azkaban.
Autor: J. K. Rowling.
Fecha de publicación: 1999.
Editorial: Salamandra.
Páginas: 359.
Sinopsis:
"Por la cicatriz que lleva en la frente, sabemos que Harry Potter no es un niño como los demás, sino el héroe que venció a Lord Voldemort, el más temible y maligno mago de todos los tiempos y culpable de la muerte de los padres de Harry. Desde entonces, Harry no tiene más remedio que vivir con sus pesados tíos y su insoportable primo Dudley, todos ellos muggles, o sea, personas no magas, que desprecian a su sobrino debido a sus poderes. Este ya es el tercer año en Hogwarts y como siempre, además de a los exámenes y a los partidos Harry Potter deberá enfrentarse a su terrible enemigo."
Okay, ahora sí empieza la bueno, no-jo-da. Éste es mi libro favorito de toda la saga, sin duda alguna; me gustó de principio a fin, fue el que me hizo pensar que tal vez, tal vez leer todo Harry Potter sí valía la pena.
¿Por qué decidí continuar leyendo las aventura de Harry luego del terrible fiasco que fue La cámara secreta para mí? Bueno, una panita en Twitter, luego que yo dijera que no seguiría leyendo la saga, me respondió que sería una lástima porque, si bien el segundo libro era aburrido, el tercero sí era muy bueno. Y me picó la curiosidad, pues. ¿Qué tan bueno podía ser? Al final resultó que mucho.
Aunque para este libro el patrón de escritura de J. K. Rowling ya se hace predecible, su manera de narrar empieza a mejorar y desde este libro comencé a notarlo.
A diferencia de lo que los admiradores más intensos creen, todavía hay personas que, para este entonces, no se interesaron y no se han interesado nunca en la historia de Harry Potter (omg, how DARE u not to luv our beautiful Harry¿¿¿ fckin muggles¡¡¡).
Yo soy el vivo ejemplo, que más tarde que temprano sucumbió por la curiosidad. Así que, si bien para algunos será estúpido que coloque alertas sobre spoilers, igual lo haré, porque a pesar de mi poco interés por la saga durante los años, ya cuando fui a leerlos sabía todas las muertes, aunque no sabía cuándo ni cómo ocurrían. Una ladilla, sí, así que no pretendo hacerle eso a nadie.
Desde el principio se me hizo evidente que Sirius no era malo. La cuestión con J. K. es que te lanza y te lanza pistas falsas a lo largo del libro para distraerte del objetivo real, o lo más cercano al objetivo real, ya que al final todo termina siendo ligeramente aislado a lo que los protagonistas sabían (como que la rata de Ron resultó ser Colagusano, ¿quién coño iba a sospechar eso?). Que le dieran a Sirius tanta importancia, incluso en las noticias muggles, era sospechoso; ni siquiera Voldy tuvo tanta cobertura mediática, y él es que si el papá de los helados y tal.
Creo que es en este libro cuando comienzo a desarrollar cierto gusto por algunos personajes, como Snape, Neville, los gemelos Weasley y Draco. También me agrada Hagrid, pero creo que es más por cuestión de que me recuerda mucho a alguien, y Ron, que me parece que es uno de los personajes mejor desarrollados: una amistad fuerte la que tiene con Harry, pero que aún sucumbe bajo sentimientos básicos como la envidia y los celos, que son humanos y que le agregan realismo al personaje; todos hemos sentido envidia alguna vez, sin que fuese perjudicial y sin intenciones de hacer algo malo. Y Hermione, bueno, casi ni se le ve en ese libro (y es absurda la cantidad de atención que le dan en la película).
Aquí la casi omnipresencia de Dumbledore respecto a todo y todos me comienza a fastidiar un poco, pero no mucho. Como siempre he dicho, los personajes no me han caído mal, pero las situaciones en las que la autora los coloca suelen ser, incluso para un mundo mágico, totalmente inverosímiles. Sin embargo, esto me lo reservaré para después; estoy haciendo estas reseñas porque ya terminé el último, y tengo muuuucho que decir.
Para mí este es el libro mejor construido y el más fuerte. Es emocionante, es completo y no se extiende excesivamente en partes que no son importantes (relleno, como quien dice). Creo que fue el único que de verdad disfruté leyendo de principio a fin, aún cuando los finales de J. K. no me gustan para nada (todo revelado de golpe, qué horrible); no que los demás en adelante no me hayan gustado, porque son amenos y entretenidos de leer, pero éste, éste es lo que tal.
Okay, ahora sí empieza la bueno, no-jo-da. Éste es mi libro favorito de toda la saga, sin duda alguna; me gustó de principio a fin, fue el que me hizo pensar que tal vez, tal vez leer todo Harry Potter sí valía la pena.
¿Por qué decidí continuar leyendo las aventura de Harry luego del terrible fiasco que fue La cámara secreta para mí? Bueno, una panita en Twitter, luego que yo dijera que no seguiría leyendo la saga, me respondió que sería una lástima porque, si bien el segundo libro era aburrido, el tercero sí era muy bueno. Y me picó la curiosidad, pues. ¿Qué tan bueno podía ser? Al final resultó que mucho.
Aunque para este libro el patrón de escritura de J. K. Rowling ya se hace predecible, su manera de narrar empieza a mejorar y desde este libro comencé a notarlo.
A diferencia de lo que los admiradores más intensos creen, todavía hay personas que, para este entonces, no se interesaron y no se han interesado nunca en la historia de Harry Potter (omg, how DARE u not to luv our beautiful Harry¿¿¿ fckin muggles¡¡¡).
Yo soy el vivo ejemplo, que más tarde que temprano sucumbió por la curiosidad. Así que, si bien para algunos será estúpido que coloque alertas sobre spoilers, igual lo haré, porque a pesar de mi poco interés por la saga durante los años, ya cuando fui a leerlos sabía todas las muertes, aunque no sabía cuándo ni cómo ocurrían. Una ladilla, sí, así que no pretendo hacerle eso a nadie.
Desde el principio se me hizo evidente que Sirius no era malo. La cuestión con J. K. es que te lanza y te lanza pistas falsas a lo largo del libro para distraerte del objetivo real, o lo más cercano al objetivo real, ya que al final todo termina siendo ligeramente aislado a lo que los protagonistas sabían (como que la rata de Ron resultó ser Colagusano, ¿quién coño iba a sospechar eso?). Que le dieran a Sirius tanta importancia, incluso en las noticias muggles, era sospechoso; ni siquiera Voldy tuvo tanta cobertura mediática, y él es que si el papá de los helados y tal.
Creo que es en este libro cuando comienzo a desarrollar cierto gusto por algunos personajes, como Snape, Neville, los gemelos Weasley y Draco. También me agrada Hagrid, pero creo que es más por cuestión de que me recuerda mucho a alguien, y Ron, que me parece que es uno de los personajes mejor desarrollados: una amistad fuerte la que tiene con Harry, pero que aún sucumbe bajo sentimientos básicos como la envidia y los celos, que son humanos y que le agregan realismo al personaje; todos hemos sentido envidia alguna vez, sin que fuese perjudicial y sin intenciones de hacer algo malo. Y Hermione, bueno, casi ni se le ve en ese libro (y es absurda la cantidad de atención que le dan en la película).
Aquí la casi omnipresencia de Dumbledore respecto a todo y todos me comienza a fastidiar un poco, pero no mucho. Como siempre he dicho, los personajes no me han caído mal, pero las situaciones en las que la autora los coloca suelen ser, incluso para un mundo mágico, totalmente inverosímiles. Sin embargo, esto me lo reservaré para después; estoy haciendo estas reseñas porque ya terminé el último, y tengo muuuucho que decir.
Para mí este es el libro mejor construido y el más fuerte. Es emocionante, es completo y no se extiende excesivamente en partes que no son importantes (relleno, como quien dice). Creo que fue el único que de verdad disfruté leyendo de principio a fin, aún cuando los finales de J. K. no me gustan para nada (todo revelado de golpe, qué horrible); no que los demás en adelante no me hayan gustado, porque son amenos y entretenidos de leer, pero éste, éste es lo que tal.
Me gustó mucho.
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