30 de mayo de 2014

Reseña: Segundos negros - Karin Fossum.

SEGUNDOS NEGROS

Título original: Svarte Sekunder.
Autor: Karin Fossum.
Fecha de publicación: 2002.
Editorial: Mondadori.
Páginas: 264.

Sinopsis:

"Segundos negros arranca con la desaparición de una niña de diez años en una población rural noruega rodeada de granjas y bosques. El suceso reaviva los peores temores de su madre, que siempre ha creído que su hija era algo demasiado bueno para que durase. El comisario Konrad Sejer, tan humano, tan serio, tan comprensivo que los sospechosos a menudo se sienten tentados de contarle más de lo que pretenden durante los interrogatorios, y su joven asistente, Jacob Skarre, dan comienzo a la investigación del caso. Las sospechas recaen sobre Emil Mork, un tipo raro que vive solo y no habla desde su infancia. A medida que avanzan las pesquisas se pone de manifiesto que todos los habitantes de la pequeña localidad ocultan algún secreto."


Este libro lo leí ya hace varios meses, y fue uno de esos libros que comienzas, y dejas; continúas, y dejas; lo tomas de nuevo y lo terminas. Creo que lo que hacía que fuese poco consistente con este libro es el hecho de que no conecté con ningún personaje, ni siquiera con la historia en sí. Por momentos me interesaba mucho Emil, me intrigaba, pero es muy poco lo que aparece.

En general, y personalmente, opino que la autora se iba demasiado por tópicos poco importantes con la intención de hacer el libro más extenso, o de darle más realismo, pero no me pareció adecuado.


Al principio lo que me daba mucha curiosidad era que Helga, la madre de Ida, repetía muchas veces que siempre pensó que su hija era demasiado buena, y que algo así terminaría pasando. Siempre pensé que al final se revelaría el por qué la mujer pensaba y repetía tanto eso, por qué Ida era tan perfecta, qué le hizo tener esos presentimientos. Pero no, es sólo azar, no hay nada especial o interesante detrás de eso.

El asesino siempre fue predecible, al menos para mí. Es que tú simplemente no le pones mucha atención a alguien que es aparentemente inocente sólo porque sí, es evidente que algo sabe o algo hizo; él siempre actuaba muy sospechoso, por eso siempre creí que era él y no Emil.

Pero no diré nombres, dejaré que lo descubran ustedes.


El libro no me apasionó, y lo terminé de leer más por la curiosidad de saber si mis sospechas eran verdaderas que por la trama.

No diría que es un mal libro porque está bien escrito y, bueno, que yo no haya conectado con la historia no significa que a alguien más no le pueda parecer emocionante.

Está pasable.


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